El papel de sublimación es el medio que utilizamos para transportar la tinta desde la impresora hasta el producto que vamos a sublimar. Recuerda que la sublimación se consigue cuando la tinta se activa con el calor y pasa del estado sólido al gaseoso penetrando en el producto. Por eso, necesitamos una tinta y un papel específico para la sublimación.
El papel de sublimación es más parecido al papel fotográfico que al que se usa comúnmente para imprimir, no obstante, tampoco sirve para sublimar el papel fotográfico. Necesitamos un papel tratado para que el calor que activará el proceso no lo funda con el soporte en el que vamos a imprimir.
Un buen papel de sublimación debe conseguir la máxima definición y permitir la máxima transferencia de tinta.
Es decir, del papel dependerá la calidad en la definición de la imagen. Ten en cuenta también que, aunque de secado rápido o lento, y de distintas marcas, formatos y tamaños, solo existe un tipo de papel para sublimación independientemente de lo que vayamos a sublimar. Esto quiere decir que el papel será el mismo para tazas, telas, porcelanas, etc.
Tipos de papel para sublimar
Hay papeles de más y menos calidad, aunque es obvio que siempre será mejor apostar por un papel premium que garantice la máxima transferencia de tinta, tanto para no desperdiciar tinta como para conseguir un buena calidad en la imagen final.
También podemos encontrar papeles de secado más rápido o más lento, y normalmente el de secado más lento es el que transfiere una mayor cantidad de tinta al soporte que vamos a sublimar.
Cómo se utiliza el papel de sublimación
No tiene mayor complicación.
El papel de sublimación se utiliza como cualquier otro. Elige el diseño que vas a imprimir, recuerda aplicar el efecto espejo para imprimir el diseño al revés y que quede en la posición correcta tras efectuar el planchado, coloca el papel en la bandeja de la impresora, y dale a imprimir.
Para saber por qué lado se usa, humedece la punta de los dedos y acércalos al papel, el lado que pegue es el correcto.
Ten en cuenta que en el papel no verás la imagen con el colorido original, no te preocupes.
Según qué tipo de objeto vayas a sublimar y el tamaño de la imante, recorta el papel para poder fijarlo adecuadamente al producto y utiliza cinta térmica para que no se desprenda. Si el papel no queda pegado con la presión justa, el resultado no será bueno. Después, coloca el artículo sublimable con el papel impreso en la plancha, ajústalo y déjalo el tiempo que te indiquen las instrucciones.
Cómo mantenerlo de forma adecuada
El papel de sublimación no requiere de unos cuidados muy específicos pero sí debemos tener unos cuidados mínimos.
Esto quiere decir que una vez que termines de utilizarlo, evita tirarlo en cualquier esquina para que se llene de polvo hasta el próximo uso. Para una correcta conservación es recomendable guardarlo en el mismo envoltorio en el que lo adquirimos y colocarlo en un lugar seco, lejos de humedades y fuentes de calor que puedan dañarlo. Evita también situarlo en un lugar en el que quede expuesto a la luz solar intensa.
Ahora ya sabes todo lo necesario sobre el papel de sublimación para que tus productos obtengan la mejor calidad de imagen.
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